La gracia de tener un blog es que puedes escribir mucho y nadie se toma la delicadeza de leerte. A nadie le importas.
Yo por eso, en lugar de tener mi departamento lleno de papelitos con ideas, de pronto idiotas, mejor uso este recurso.
Es eso y porque el twitter es demasiado pretencioso.
Aunque si quiero que esto funcione, debo ser pretenciosa.